Y la segunda, estar enamorados nos lleva a tener mas sexo y en esta práctica se libera estrés y nos invade una buena sensación de plenitud y goce. Esto se debe a las endorfinas, también conocidas como las 'hormonas de la felicidad', aunque no son hormonas, sino opioides de secreción interna que suscitan en el cerebro sensaciones tales como éxtasis, anestesia y bienestar. De hecho, un estudio a largo plazo con 90.000 norteamericanos corrobora que las endorfinas y las oxitocinas refuerzan nuestras defensas corporales.
Durante el acto sexual, se libera monóxido de nitrógeno que tiene acción sobre numerosas funciones orgánicas, favoreciendo el riego sanguíneo de los órganos sexuales, lo que al hombre le viene bien, por ejemplo, para prevenir enfermedades de la próstata.
Conclusión: las personas sexualmente activas enferman menos, son más sociables, tienen un carácter más equilibrado y disfrutan más de la vida.